Laura Gil Gala
Psicóloga Sanitaria M-31201
Psicoterapeuta Humanista Integrativa

¿Qué es la Psicología Humanista Integrativa?
La Psicología Humanista Integrativa (PHI) es un enfoque basado en la integración de técnicas de diversas corrientes psicológicas a fin de lograr un abordaje holístico y más pleno del mundo del cliente, favoreciendo al mismo tiempo la idiosincrasia y particularidad del proceso de cada persona, haciéndolo único.
Las corrientes de las que se nutre la PHI se unen porque tienen en común la manera de percibir al ser humano. El ser humano es entendido, no sólo cómo alguien que puede tener problemas y síntomas que abordar, sino como alguien con mucho potencial de desarrollo y cualidades genuinas por explorar que multipliquen su bienestar.
Entre estas corrientes se encuentra el Análisis Transaccional que da una base estructural y teórica para poder comprender patrones y dinámicas, así como la terapia Gestalt de la que se extrae su estilo centrado en la consciencia de los procesos internos del “aquí y ahora”, y la idea de responsabilidad personal. También se introduce el trabajo corporal que permite elaborar de manera más profunda y liberadora las emociones, así como se incluyen trabajos de duelo terapéutico para cerrar asuntos pendientes que no permiten avanzar a nuevas etapas. Asimismo, el concepto de Apego de Bowlby, que explica las diferentes maneras de relacionarse interpersonalmente y su origen, está presente de forma transversal en la terapia ya que la PHI es una psicoterapia relacional. Es decir, en terapia la sanación se produce en el contexto de la relación con el terapeuta, y ello es reparador en sí mismo.
Finalmente, una buena psicoterapia requiere siempre una continua actualización de los conocimientos , y desde ahí el terapeuta PHI está en constante apertura a incorporar nuevas técnicas para poder enriquecer cada día más los procesos terapéuticos de los clientes.
¿Cómo te ayuda la PHI?
La PHI te ayuda porque permite trabajar con todos los niveles de tu ser: a nivel de conducta, de pensamiento, fisiológico, de emoción y espiritual. Esto permite un cambio de raíz (no sólo momentáneo) de los problemas que ahora hayan emergido en tu vida, previniendo así que se repitan en un futuro.
La PHI respeta tus tiempos, te otorga libertad para ir trabajando según te sientas preparado, sin forzar, pero siempre con la guía y contención del terapeuta.
Potencia tu autonomía, confianza y capacidad de decisión, acompañándote de muy cerca para que tu evolución sea satisfactoria y segura a la vez.
Laura Gil Gala
Psicoterapeuta Humanista Integrativa